Para empezar, el Código DeVinci es algo satánico. Las fuentes de su autor (Don Brown) para su trabajo es la crema y la nata (Proverbio Boricua) de un sinnumero de creencias diabólicas, que para explicarlas necesitariamos largas horas. Algunas de ellas son : 1. "Pentagrama Satánico" conocido como "Pentacles". 2. "Pirámides", que consiste de 666 cristales. 3. "La "astrología"; 4. cultos a dioses; 5. JICA, que tiene que ver con brujerías; 6. Códigos secretos masónicos; 7. Sociedades secretas, logias y cultos; 8. dioses y diosas egipcias; 9. Viernes 13. Brown también cita al "Motto Luciferiano; virtúdes de fertilidad paganas; la diosas de la astronomía. Este da muchos nombres para los dioses paganos, entre ellos: Adonis, Amón, Aphrodite, Ariel, Astarte, aurora, Dionisio, Eros, la Estrellas del Este, Hermes, Horus, Ishtar, Isis, Krishna, Marte, Medusa, Mitras, Osiris, Pisce, Poseidon, Venus, Zeus, y cientos más cuyo único propósito es tratar de destruir la religión antigua, que no es otras cosa que la iglesia (Sacados afuera) que nació en Pentecostés. Estas nada tienen que ver con el pueblo que Jesús escogió para establecer su iglesia en esta Dispensación de la Gracia: Iniciada por unos discípulos hebreos, conocidos como los 12 Discípulos. De hecho, al propio Brown se le conoce como enseñar que nada del cristianismo es original, que todos sus preceptos fueron copiados de las religiones paganas. ¿Puede usted confiar en una persona que propaga tal mentira? Inclusive dice la historia que este enseñaba que el Canon del Nuevo Testamento fue seleccionado por el Emperador Constantino (Concilio de Nicea 325dC. Ya el joven Profeta Daniel lo había profetizado: "Y hablara (el Hombre de Pecado-Anticristo) palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará. Y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en sus manos hasta tiempo, tiempos, y medio tiempo. ". Los creyentes en Cristo en 2012 no tienen nada para preocuparse, pues los hechos que hoy vemos en todas las naciones son las profetizadas por el Espíritu Santo a través de sus vasos de poder. En los primeros tres siglos las iglesias fueron establecidas en todas las ciudades conocidas. Para ese entonces no había Vaticano reclamando lugar en la iglesia verdadera, no había tal coso como Iglesia Católica Romana, y muchos menos un lugar en espécifico reclamando tener poder absoluto para dictar pautas. Era el Espíritu Santo quien sentaba reglas y procedimientos que solo podían venir del cielo. Cada región nombraba sus líderes localmente, y eran estos (bajo la dirección del Espíritu Santo) los únicos que decían quién es quién en la Iglesia del Señor. El Concilio de Nicea (325dC) fue el primero de siete Concilios celebrados desde ese año, hasta el 787dC. En el primero se aprobaron los Obispos de Alejandría y Antioquía, quienes tenían total jurisdicción sobre sus provincias, como los hermanos convertidos de Roma tenían las suyas. Según la Biblioteca de Autores Cristianos de Madrid, la palabra "Papa" se empleó por primera vez al Obispo de Alejandría. El Obispo de Roma se tardó en llegar años luego. No se pierda lo siguiente: "Cuando el Patriarca de Constantinopla quiso empelar para sí mismo el título de "Papa u Obispo Universal, por ser su iglesia la más grande de la nueva Capital del Imperio, fue el Obispo de Roma quien protestó, y escribió lo siguiente: "Ninguno de mis predecesores ha consentido llevar ese título profano, porque cuando un patriarca se abroga a sí mismo el nombre Universal, sufre descredito. Lejos está, pues, de los cristianos el deseo de darse ese título que cause descredito a sus hermanos". Este gran Obispo de Roma envió un escrito al Emperador, que decía en parte: Confiadamente afirmo que cualquiera que se llame obispo universal es predecesor del Anticristo" (Gibbons, Historia de Roma, Vol.4, pág. 596.
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