Dios no se olvida de las fidelidades de sus hijos.....

Muchos exponentes de la Biblia hacen expresiones en sus mensajes que tienden a llevar a los creyentes a la falsa idea de que usted puede perder la salvación por cualquier cosa. La Biblia enseña lo contrario. Abiatar, que quiere decir "padre de fluidez veloz", o "padre excelente", fue hijo de Ahimelec y el sacerdote #11 en la sucesión de Aarón (1 Samuel 22:20-22; 23:6, 9). Abiatar se escapó hasta la cueva de Adulam, donde se hallaba David, cuando Doeg el edemita asesinó a su padre y 80 sacerdotes que estaban con él.  Este regresó a Jerusalén con el Arca cuando David huyó de su hijo Absalóm. Más tarde Abiatar se unió a Zadoh y conspiró para nombrar a Adonijah como rey. En su vejez se reveló contra David, pero fue perdonado por Salomón por lo de su primer amor, aunque fue despedido de su oficina por su trtaición. Esta ilustración sobre Abiatar y Salomón retrata el amor de Dios en todo su esplendor. Abiatar dejó su casa y puesto para ayudar al "Ungido de Dios", David. Allí se quedó por consejo del propio David. Ya en su vejez tomó una decisión en ponerse del lado del que el estimó era el apropiado. Cuando Salomón sustituyó a su padre como rey, aunque sabía de los hechos de Abiatar, le perdonó, aunque fue sustituido de su oficina. Dios jamás se olvida de las fidelidades de sus hijos, y jamás consenará a uno de estos por un simple error de cálculos inocentes. La salvación es obtenidad totalmente por la fe, no por ser cada día más bueno, y libre de pecado. La salvación solo se pierde cuando la persona se reniega a ella. Pero, noten que no es Dios quien la quita, sino la persona. Si una persona quiere irse para el infierno, Dios no le puede negar su petición. No desmaye en su fe, Dios no viene a buscar personas buenas; viene a buscar pecadores arrepentidos. www.aguiladereformacion.com