Monday, October 31, 2011

Los quemaron al no honrar a los papa de Roma

La historia dice que el Rey Henry VIII separó a la Iglesia de Inglaterra de la Católica Romana, aunque no quitó las malas costumbres de la iglesia idolatra. A su muerte su hijo Eduardo se convirtió en rey. Este sí trato de hacer lo que su padre pudo haber hecho, y no hizo. Eduardo nombró asesores que trataron de encaminar a la iglesia inglesa más acorde con la Biblia. Dos de esos asesores fueron Nicolás Ridkey y Hugh Latimer. Nicolás había sido Capellán del Rey Henry VIII, y fue Obispo de Londres bajo Eduardo. Este fue amado por su congregación porque vivía lo que predicaba. Latimer también llegó a tener mucha influencia bajo el Rey Eduardo. Este fue un estudiante consumado de la Biblia, alentando a que la Biblia fuera presentada en inglés. Sus mensajes enfatizaban que los hombres debían servir al Señor con corazón verdadero y afecto intimo, no por apariencias. Su vida fue un ejemplo a emular. Cuando María se convirtió en Reina de Inglaterra esta hizo todo lo contrario, luchando para que su iglesia volviera a la Iglesia Católica Romana. La Biblia llama esto el "pero volviendo a su vomito". Uno de sus primeros actos fue arrestar a los hombres santos de Dios, Obispo Ridley al Obispo Latimer, y al Alzobispo Tomás Crammer. Después de estos estar presos en la Torre de Londres, los tres fueron llevados a Oxford en septiembre 1555 para ser examinados por el Comisionado Lord de la Escuela de Divinidad de Oxford. Cuando a a Ridley se le preguntó si creía que el Papa era el heredero de la autoridad de Pedro como fundamento de la iglesia, este contestó que ninguna iglesia había sido fundada sobre cualquier hombre, sino la verdad que Pedro confesó: Que Cristo es el Hijo de Dios. Ridley dijo que no podía honrar al papa de Roma ya que el papado busca su propia gloria, no la gloria de Dios. Ni Ridley, ni Latimer aceptaban la misa Romana como sacrificio de Cristo. Latimer le dijo a los Comisionados: "Cristo hizo oblación y sacrificio por los pecados de todo el mundo, y eso es un sacrificio perfecto; no se necesita que haya, ni puede haber, otro sacrificio propiciatorio". Tanto Ridley como Latimer fueron quemados en la hoguera el 16 de octubre, 1555, por lo aceptar los embustes que enseñaban, y enseñan aún hoy, la Iglesia Católica Romana. Ridley murió orándole a Dios a tener misericordia de Inglaterra. Trasfondo Profético..... Roma tendrá su fin lo relata Apocalipsis 17-18. En este último capítulo Jesús le dice a los que aún estén en esa fe idolatra: Salid de ella, Pueblo mío".  Escuche ahora mismo www.aguiladereformacion.com

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