Confieso que me siento decepcionado por algunos líderes evangélicos que, a falta de fe en el texto escrito de la Biblia, se lanzan a tirar textos aislados para justificar su falta de fe. 1 Corintios 13:8-13 es uno de ellos: "El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia se acabará" (v.8). Según Finnis Dake, esta es la profecía número 11 en el Nuevo Testamento (del 8 al 13). Cierto, estas cosas han de pasar a la historia. Pero, ese mismo capítulo hace meridianamente cuándo eso sucederá: "...más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará". ¿Y qué es lo perfecto? Es una gran pregunta, y Apocalipsis 22:3-5 nos da la respuesta: "Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos". Los nueve dones que aparecen en 1 Corintios 12, y las cinto oficinas de la iglesia que aparecen en Efesion 4:11 están vigentes en la iglesia hoy, como lo han estado desde Hechos 2, y estarán hasta que esta sea levantada a los cielos. Esta Escritura, como todas las concernientes a esta, no dan espacio para interpretarlas de otra manera. Esos pastores que no creen en todos los dones del Espíritu Santo le están robando a sus miembros la experiencia personal más necesaria en estos días finales para poder estar firmes y entrar a las mansiones celestiales. Advertencia a los mimbros de cada congregacion: Usted es responsable de buscar esos dones del Espíritu Santo, porque el Señor no le aceptará una excusa a usted como válida. Y usted líder, jamás piense que usted es dueño de todos esos dones, y que puede ejercer esas oficinas. Si Dios lo permite, mañana trataremos de hablar de los ministerios del Espíritu Santo. Voy a ti siempre, siempre, siempre.
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