Debemos entonces empezar por la Escritura de Hechos 18:24: "Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras". Apolos tenía mucha escuela, bautizado en el bautismo de Juan (Hechos 18:25), que no solo era elocuente en su oratoria, sino que trabajaba incansablemente en la iglesia. Su éxito consistió en buscar mejorar sus destrezas cristiana cada día. Se dice que bajo Aquila y Priscila todo mejoró para la gloria de Dios. Si usted lee el capítulo 18 de los Hechos notará que Apolos: 1) Apolos era un instrumento de bendición que contagiaba a quienes estuvieran a su alrededor (v.24); 2) Este era poderoso en el conocimiento de las Escrituras que enriquecía a otros(v.26); 3)Este tenía una experiencia muy personal con Dios, que convencía a otros que era de Dios; 4) Apolos era tan ferviente que ponía a trabajar a otros (v.25); 5) Este citaba la Biblia al pie de la letra, y la aplicaba con cuidado ((v.25); 6) Apolos tenía sus pantalones en su sitio (como decía mi hermano Guile), y hablaba con denuedo (v.26). Algo demasiado importante: Bajo la dirección al punto de Aquila y Priscila, llevó a Apolos a lo que dice el versículo 28: "porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, DEMOSTRANDO POR LAS ESCRITURAS QUE JESUS ERA EL CRISTO". Más tarde este Apolos vino a ser un apóstol que permaneció activo en el ministerio de las Escrituras. Se dice que su predicación era tan efectiva que los de Corinto lo pusieron a él ante que Pedro y Pablo. !Dígame usted! Voy a ti siempre, siempre, siempre.
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