Mateo 27:50-54 describe un terremoto gigante durante la crucifixión de Jesús. Leemos la Biblia: "Más Jesún habiendo clamado otra vez, entregó su espíritu. Y he aquí el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; Y LA TIERRA TEMBLO, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: VERDADERAMENTE ESTE ERA EL HIJO DE DIOS". Disturbios sedimentales se mencionan en un artículo reciente en el "International Geology Review" que apunta hacia este temblor Bíblico. Se dice que esto puede hacer posible señalar el día exacto de la crucifixión de Jesús. Estudios de la corteza allí, y la actividad sísmica cerca del Mar Muerto, arroja prueba científica del relato de Mateo 27. Se dice que en nuestro calendario corresponde al 3 de abril, 33DC. En el calendario hebreo sería un día antes, jueves 2 de abril, día único que llena la Escrituras de que Jesús resucitó en domingo. Desde el punto de vista Escritural, estos hallazgos científicos nos de muestran una vez más el inmenso amor de nuestro Dios, que nos dice: 'YA MISMO ENVIO A MI HIJO A BUSCARLES". Voy a ti siempre, siempre, siempre.
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