Eso reza la canción popular, y añade: "Tampoco aquel que te desprecia luego". La Biblia habla algo muy similar, cuando dice en Proverbios 18:24: "El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y hay amigo más que unido que un hermano". Los primero 15 años de mi vida los viví sin conocer a mi madre. A esa edad, por diferentes circunstancias que no vienen al caso, sentí un hambre de conocer a mi madre. Al poco tiempo se me dió lo deseado, y conocí a la mujer más amable que he podido conocer. Pero, entonces no tenía mi padre conmigo, pues no se montaba en aviones ni por un millón de $$$. Tengo que testificar que he tenido muchos amigos que han sido más que hermanos; almas humanas en quien pude poner toda mi confianza. Loa de la Iglesia Bautista donde me viví los primeros 15 años dejaron huellas bonitas que ahora en mi vejez aún son bendición. Alguien escribió: "Hay un amigo, un amigo comprensible, que en el dolor seca las lagrimas que ha caído; su amor es inmutable, es permanente, y nos bendice para vivir confiadamente". Amén, amén, amen.
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