Hoy, al caer el día, realmente es cuando entra Jesús a Jerusalén. Nosotros acostumbramos llevar las festividades de los hebreos siguiendo su calendario, no lo que los romanos se inventaron. Aunque Jesús Hombre tiene que ser lo más grande que ha pasado por esta tierra, no es menos cierto que cuando el Salvador estaba cerca de entrar a Jerusalén, el "show" se lo robó un simple asno. Con tantas cosas que Jesús tenía de frente, no se olvidó de un asno, hijo de pollino. Jesús sabía dónde estaba el asno; sabía que este nunca había sido usado en alguna tarea de la vida; Jesús sabía que ese asno estaba saludable, apto para la tarea que debía cumplir; Jesús sabía que ese asno le sería muy útil. Aunque este no tenía experiencia, porque estaba atado, en las manos de Jesús sería muy útil. Aunque a la mayoría de la gente que pasaba por allí tal vez le era molesto, un estorbo, Jesús cambió todo eso. Jesús estaba al tanto de todo lo que ese asno hacía: Este estaba en la próxima villa o ciudad; estaba atado frente a una puerta; nunca había sido usado para una tarea; y aún así Jesús lo escogió para que entrara con él a Jerusalén. Si el Maestro sabía todo sobre ese simple animal, imágine usted si debe estar al tanto de tu vida, tus necesidades, tus atributos en la obra de Dios. Recuerda: Tú eres importante para Dios. Voy a ti siempre.
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