Les confieso que cuando leo la Escritura de Lucas 11:1 veo a los discípulos en la misma situación nuestra cuando abrimos en bonete del auto para ver por qué dejó de funcionar. Un buen mecanico sabe que si el asunto es del conducto de gasolina pues empieza a ver si hay una linea bloqueada. Si el asunto es de corriente pues empieza por los fusibles, las bujías y bobinas. El caso de los discípulos era que no sabían orar, y fueron a buscar auxilio en la persona correcta: Jesús. Este oró en el templo, en el desierto, en lugares tranquilos, en el huerto de Getsemaní, en la cruz, y cuando estuvo a solas. Por otro lado, Jesús oraba que que la voluntad del Padre fuera sobre todo. El salmista sabía todo esto, cuando escribió: "A Jehová clamé estando en angustia, y el me respondió" (Salmo 120:1). Una cosa debemos tener presente en todo momento: Si Jesús necesitaba orar en todo tiempo, en todo lugar, !Cuánto más nosotros! Voy a ti siempre, siempre, siempre.
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