Saturday, March 3, 2012

Lavarse las manos no es la medicina.....

Muchas veces mal interpretamos la Escritura del Salmo 119:11, que lee: "En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti". Muchos predicadores usan este texto, y Mateo 25, para meterle miedo a sus feligreses de que se pueden quedar en el rapto de la iglesia invisible del Señor. De entrada, usted no es salvo por lo bueno que viva en esta vida, sino por la fe en la gracia de Dios. Quiero dejar meridianamente claro que cuando tu recibes a Cristo como tu Salvador y Señor todo tus pecados han sido perdonados. Solo tú puedes renunciar a esa gracia voluntariamente. Tratamos cada día hacerlo mejor en las cosas del Señor, pero nuestra condiciíon humanas nos lleva en ocasiones a fallar. Eso no es perder la salvación, sino un recordatorio de que solo podemos vencer nuestras flaquezas confiando en el poder de Dios. En una ocasión los fariseos protestaban ante Jesús de que sus discípulos comían sin lavarse las manos. Los fariseos pensaban que el acto ceremoniar de lavarse las manos tenían algún peso en ser o no ser... Muchos enten hoy han establecido reglamentos que obliga a los hermanos a guardarlos, sin saber el por qué. El que no se rija por ellos, puede estar sujeto a una llamada disciplina. Eso era, más o menos lo que querían los fariseos que Jesús hiciera con sus discípulos. Jesús le contestó a los fariseos ayer, y hoy lo hace con nosotros: :Hipócritas, bién profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de lavios me honra, más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombre" (Marcos 7:6-7). Si Cristo te ha liberado, no dejes que hombres te roben la bendición. Voy a ti siempre, siempre, siempre.

No comments:

Post a Comment