La orden saudita de destruir todas las iglesias cristianas en la Peninsula Arábica ha provocado que la organización de trabajadores filipinos llame a los suyos a tener precaución y discreción. Más de dos millón de filipinos viven en el Medio Oriente, alrededor de 1.2 millones en Saudi Arabia. La mayoría de estos son cristianos. Arabia Saudita considera ilegales templos cristianos, pero otros estados del Golfo Arabe permite un número limitados de estos. El Gran mufi Saudita, Sheikh Abdul Aziz Al-Asheikh, le ha señalado a grupos visitantes al gobierno que todos los templos cristianos en su país deben ser destruidos. El líder saudita cita a Mohammed como diciendo que no pueden haber dos religiones en la Peninsula Arabe. Lo cierto es que la petición del escritor del Salmo 83 será contestada en breve, y todos los enemigos de Israel en el Medio Oriente serán destruidos. Cientos de cientos de Escrituras declaran el final triste de todos estos gobiernos asesinos que persiguieron y mataron a millones de judíos y cristianos en el pasado, y que lo seguirán haciendo hasta dentro de poco, cuando Cristo los destruya a todos.
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