Esa reclamación la hace el Papa de Roma, y no está en las Santas Escrituras. Esa doctrina de demonios no nació en la Biblia. De hecho, muy pocos Catolicos Romanos conocen la historia de cómo esta nació. Nosotros sí la conocemos, y no es agradable. Vamos a citar la historia humana fidedigna. En Julio 17, 1870, el día antes de tomarse el voto en el Concilio Vaticano I (inaugurado el 8 de diciembre, 1869), 55 Obispos abandonaron el concilio, en reverencia al Papa pues no querían tener parte en la votación. El 18 de Julio, 1870, el último día del Vaticano I, solo habían 535 votos por el "SI", menos de la mitad de los 1084 que estaban aptos para votar. El Obispo de Duponloup se dice que escribió en su diario el 28 de junio, 1870, lo siguiente: "Yo no vuelvo a otro Concilio jamás. La violencia, la desverguenza, y aún la falsedad, vanidad, y la mentira continua me forzaron a tomar distancia". El 26 de Agosto, 1870, 14 teólogos alemanes declararon: "Libertad de toda suerte de coerción y de influencia a través de una fuerza superior es un "sine qua non" para todos los concilios. Tal libertad estuvo ausente de esta reunión". Pero, hubo un acto peor relacionado. En 1866 Pio IX aplicó a persona las palabras de Cristo "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida". Este señor, según reza la historia, se las traía. Se trestifica que cierto día, mientras caminaba por la Trinita dei Monti, le dijo a un paralítico "Levántate y anda". El pobre parálitico trató de incorporarse, pero cayó reventao al suelo. PD. Que conste, estoy citando historia, no dando opinienos personales. Voy a ti siempre, siempre, siempre. PO Box 568, Cayey, PR 00737.
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