Cuando enciendo mi computadora lo primero que aparece al tope de la pantalla es: 1. Guía diaria de la Biblia; 2. Pasajes leidos; 3. Versículo diario; 4. Estudio bíblico; 5. Apariciones bíblicas; Cita diaria. Eso me recuerda que antes que otra cosa, Dios es primero. Es el único orden que me asegura un día felíz. Eso me recuerda la Escritura de Eclesiastés 12:1-2: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia". Desde que sé de vida he estado en los caminos del Señor, con mis altas y mis bajas, pero guardando la fe que una vez fue dada a los santos. Algo visible que nos demuestre cuál debe ser la rutina diaria no es un amuleto, sino un recordatorio. Las faenas diarias en ocasiones nos ahogan, y muy fácil podemos perder de vista cuál es la ruta mejor. Cuando estas nos llegan de forma automáticas temprano en la mañana no tenemos que esperar el culto de la noche para recibir bendición Divina. Al contrario, cuando nos alimentamos de arriba temprano en la mañana, llevamos un saco lleno de bendiciones para nuestros hermanos de la fe. Voy a ti siempre, siempre, siempre.
No comments:
Post a Comment