Luego de toda una vida sirviendo a todo tipo de niño, jóvenes y adultos, he aprendido diferentes mensajes de estos. Están aquellos que siempre dicen estar necesitados; aquellos que afirman que nadie los quiere; aquellos que desean tener la salud excelente que tiene su vecino, y disfrutar de la vida. Están aquellos que dicen que el Gobierno cada día está más malo. La lista es larga para seguir citando lo que he escuchado en los últimos 45 años, la que escucho hoy, y sin duda la que escucharé mañana. Sin embargo, he logrado sobrevivir por ancianos que a las preguntas dificiles siempre tienen algo positivo. Conozco el testimonio de una una dama, postrada en cama las 24/7 por su precaria salud, que a pesar de ello, cuando le preguntaban cómo estaba, ella contestaba "confiando en Dios". Pasaron las semanas, los meses, y ella siempre tenía la misma contestación: "Confiando en Dios". Después de una espera que parecía una eternidad, recibió un trasplante de órganos. La cirugía fue todo un éxito. Esta hermosa mujer nunca dejó que la desesperanza la hiciera perecer; nunca expresó enojo, ni temor, ni angustia, ni inseguridad. Solo aceptaba una receta: "Confiando en Dios". El salmista decía: "Así ellos pondrían su confianza en Dios y no se olvidarían de sus proezas, sino que cumplirían sus mandamientos" (Salmo 78:7). El salmista añadia:Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones 'Salmo 46.....
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